señoras ilustres que se empotraron hace mucho - Cristina Domenech

Señoras ilustres que se empotraron hace mucho – Cristina Domenech

Poetas como Safo o Emily Dickinson, las artistas Frida Kahlo y Tamara de Lempicka, las literatas sor Juan Inés de la Cruz y Virginia Woolf, una gran diva de Hollywood y hasta una reina de Inglaterra son algunas de las genias que protagonizan el nuevo libro de la académica Cristina Domenech, que cuenta además con las maravillosas ilustraciones de Medusa Dollmaker. 

Señoras ilustres es un recorrido fascinante por la vida intelectual y amorosa de estas señoras con un talento desmesurado y una vida con facetas a menudo silenciadas o tergiversadas por la historia.

Gatos en la cabeza - Laura Agustí

Gatos en la cabeza – Laura Agustí

«Tengo gatos en la cabeza, como quien tiene pájaros. Creo que a veces necesitamos librarnos de esas ideas y recuerdos, que resuenan lejanos como pequeños maullidos y despiertan sensaciones aparentemente olvidadas.

Entonces se desatan esas ganas de gritar, de recuperar imágenes y dibujar para ir desenmarañando el ovillo de la memoria. Este es uno de esos momentos en la vida para abrir las puertas de lo inesperado y dejar que todos esos pensamientos dormidos vuelen y encuentren su lugar en cualquier parte, incluso entre las páginas de este libro.»

Kokoro - Sandra de la Cruz

Kokoro: el corazón de las palabras – Sandra de la Cruz

La ilustradora Sandra de la Cruz recoge en este libro las experiencias y emociones vividas en su viaje a Japón a través de poemas, de pinturas y de 27 conceptos nipones que no tienen traducción en nuestro idioma, como Sakurafubuki, la lluvia de pétalos de flor de cerezo; Iki, que define la sensualidad elegante y sobria; o Kokoro, la unión entre la mente, el espíritu y el corazón. La experiencia de un viaje revelador al Japón más ancestral.

«Pasé muchos años desconectada de mi corazón. Cuando me falló la razón, el corazón hizo acto de presencia. No nos conocíamos, no nos entendimos. Lo maltraté, lo humillé, lo rajé de arriba a bajo. Él me devolvió incomprensión, silencio y un vasto desierto. Quise venderlo, quise regalarlo, quise no tenerlo.

Nunca me perdonará las heridas aún infectadas que le hice deliberadamente, ni las cicatrices que aún conserva. Sé que nunca me perdonará la carnicería.

Pero yo sí lo he perdonado».