El rayo que no cesa, de Miguel Herández

Reseña de «El rayo que no cesa», de Miguel Hernández

Un de los libros más destacados de la poesía contemporánea. Aclamado en su día por la crítica, no ha dejado de editarse desde su primera publicación en los años treinta.

El amor y su sentimiento, el amor y la verdad, el amor y la muerte, el amor y su sufrimiento, esos son los temas fundamentales de “El rayo que no cesa”, el volumen que Miguel Hernández publicó en 1936 en la editorial Héroe. Inspirado posiblemente por el desengaño amoroso que el poeta sufrió tras una breve e intensa relación con la pintora Maruja Mallo, es un libro moderno, aunque muy influido aún por la poesía del siglo de oro. Las formas clásicas como el soneto, reviven en la modernidad que Miguel Hernández sabe construir partiendo de su intuición, de su clarividencia sobre todo lo que está ocurriendo en España. Testigo fiel, testigo dolorido, testigo tenaz de cuanto acontece en esos pueblos ansiosos de prosperidad y cultura que él tan bien conocía, y que visitó como representante de la República, de esa España profunda castigada por el rayo que no cesa. Visitante asimismo de una gran ciudad como Madrid, donde se echa de menos el refugio rural, el contacto con la naturaleza, la sencillez del trato con los vecinos. Miguel Hernández vivió a caballo entre dos mundos, no podía renunciar a ninguno, y fue testigo privilegiado de cuanto sucedió en nuestro país en la década de los años treinta.

El libro incluye también la conocida “Elegía a Ramón Sijé”, uno de los poemas más estremecedores y sinceros de la lírica española, un poema que ha sido además inspiración para cantautores como Joan Manuel Serrat, que lo han convertido en un himno. En él, Miguel Hernández se duele de la muerte del que había sido desde la juventud su mejor amigo, fallecido a la temprana edad de 22 años.

Reseña de Por si no vuelvo, de Cristina Fernández Gutiérrez

Por si no vuelvo, de Cristina Fernández Gutiérrez

“Por si no vuelvo” es un testimonio íntimo que destila realidad en cada una de sus páginas. Es, también, una suerte de diario que recoge todo el proceso emocional que atraviesa la autora hasta acabar internada en la unidad de salud mental en un hospital psiquiátrico por intento de suicidio. Entre emociones y pensamientos, Cristina Fernández Gutiérrez nos sumerge en esta espiral de sensaciones que nos invita a ponernos en su piel, a emocionarnos, a valorar, a comprender y, sobre todo, a abrir los ojos ante una realidad que cada vez golpea con más fuerza. Las estadísticas así lo reflejan: el suicidio es la primera causa de muerte no natural en todo el mundo.

Universos - Laura Sánchez

Universos – Laura Sánchez

Universos es una perpetua despedida, un tropiezo de destinos.

Tener que arrancarme mis alas después de haberlas alzado brillantes.

Es, no atreverme a recoger nuestras ruinas. Querer ser y no poder quedarme. Justo ahí, a donde vas cuando te dan un abrazo mágico, de esos que te salvan la vida. Es aprender a reciclar suspiros mientras me desgarro entre lo que fue y lo que podría. —Nunca sabré qué duele más—.

Pero también, es desterrar al Sr. Miedo, —a los quiero y no puedo— y a los universos a destiempo. Es mi nuevo comienzo sin cuento de hadas.

Coserme y aprender a abrir mis alas, antes de alzar el vuelo.

Aunque hoy sea lunes - Lluch Garcia

Aunque hoy sea lunes – Lluch García

Sí, Lluch García Garay debuta con hachazos, prepárate. Aunque hoy sea lunes no es una modernez de poemas y frases para enmarcar. Viene con trampa: se lee fácil, pero te noquea. No son solo palabras bonitas; son sus pensamientos en estado puro –que al final son como los tuyos, como los míos, como los de la señora que va en el metro-. Lo que te va a molestar es que Lluch los haya expresado como tú no has podido hacerlo nunca.

Haz una cosa ahora mismo: ábrelo por la página que sea. Lee… y respira. Ahora no sabes si pasar la página o releerlo porque te ha tocado algo y no te gusta que te hagan reflexionar sobre ti así, ¿verdad? Pues lo mismo pasa con todo el libro, que te duele y que te gusta: como cuando te han dejado, como cuando estás al límite, como el primer trago de cerveza. Porque si lo lees, no pasa de largo. Se queda.

No, no te hace falta ningún psicólogo. Te hace falta una buena dosis de Lluch, de las verdades que te callas para leerlas en textos que te van a doler, y te van a atrapar, a gustar, a hacer pensar…

Kokoro - Sandra de la Cruz

Kokoro: el corazón de las palabras – Sandra de la Cruz

La ilustradora Sandra de la Cruz recoge en este libro las experiencias y emociones vividas en su viaje a Japón a través de poemas, de pinturas y de 27 conceptos nipones que no tienen traducción en nuestro idioma, como Sakurafubuki, la lluvia de pétalos de flor de cerezo; Iki, que define la sensualidad elegante y sobria; o Kokoro, la unión entre la mente, el espíritu y el corazón. La experiencia de un viaje revelador al Japón más ancestral.

«Pasé muchos años desconectada de mi corazón. Cuando me falló la razón, el corazón hizo acto de presencia. No nos conocíamos, no nos entendimos. Lo maltraté, lo humillé, lo rajé de arriba a bajo. Él me devolvió incomprensión, silencio y un vasto desierto. Quise venderlo, quise regalarlo, quise no tenerlo.

Nunca me perdonará las heridas aún infectadas que le hice deliberadamente, ni las cicatrices que aún conserva. Sé que nunca me perdonará la carnicería.

Pero yo sí lo he perdonado».

Poemas para pensar y no pensar - Marius Folk

Poemas para pensar y no pensar – Marius Folk

El título ya nos invita a querer emprender el viaje literario, o no. A vestirnos con la piel de yo lírico o preferir vivir en la ignorancia.

Esta breve antología poética tiene el fin doctrinal y moral. Se basa en críticas, ironías, pensamientos, situaciones socioculturales e ideales que el lector puede compartir, sentirse identificado o situarse en su vida cotidiana.

Detrás de cada poema hay una reflexión o mensaje moral, social, cultural, literario…

Además, cada lector que quiera sumergirse en cada uno de los poemas obtendrá una interpretación u otra, a su gusto y perspectiva.

El yo lírico perfectamente puede identificarse con el lector; esfuerzo de empatía.

Esta obra despierta en sus lectores lo social, «el nosotros»  través de sus versos.

Y en enero, primavera - Daniel Sánchez Salas

Y en enero, primavera – Daniel Sánchez Salas

Se nubla el cielo y piensas que todo se alza como palacios de cristal sobre ti. Irrompibles. Imponentes. Y no sabes que el cristal se rompe y que algún día esos cristales que llamamos problemas se postrarán de rodillas ante ti.

He soñado más que he vivido. Estos poemas son las historias que nos contamos a nosotros mismos antes de dormir.

No cuento ovejas, sino sueños que algún día espero que vuelen como todos aquellos ruiseñores que lograrán, algún día, deshacerse de sus jaulas para desplegar sus alas.

Nosotros, al igual que ellos, también las tenemos.

Hablándole al pasado para tenerte en mi futuro - Sarai Hernanz

Hablándole al pasado para tenerte en mi futuro – Sarai Hernanz

Siempre me ha gustado empezar por el final como quien empieza la casa por el tejado y no se da cuenta de que los cimientos no aguantarán sin alguien que lo sujete. Unas veces soy terremoto, otras la calma del mar.

He cometido muchos errores, pero me da igual. Errar es de humanos o eso dicen los que más saben. No sería nadie en estos momentos si no me hubiera equivocado tantas veces.

He tropezado con piedras de las que me he llegado a enamorar de la dureza y frialdad que desprenden. Soy consciente de que cada una de ellas era más bonita que la anterior.

Sé que soy un blanco fácil para las heridas, que sangro de vez en cuando pero que es importante saberse derrotado para luego saberse libre. Mis cicatrices tienen muchosnombres, algunas todavía se están sanando, me gusta cuidarlas y regarlas porque les crecen flores y huele a primavera.

He quedado vulnerable muchas veces, sin saber el rumbo que tomar porque mis pies no se decidían y cuando lo hacían se enredaban entre ellos y eran el ancla que me mantenían en tierra pero es que a mí siempre me ha gustado más volar. He sido funambulista de todos mis sueños, no siempre lo he conseguido, a veces me he quedado en el camino pero que me quiten lo bailado porque siempre lo he intentado.

Me he desnudado delante del papel y ahí es cuando realmente soy poesía.