Esta es una historia diferente en la que Germán Cortés camina por ella, a veces de puntillas, de la mano de Cervantes, Shakespeare, algún lord inglés de la época, e incluso junto al mismísimo Gabriel de Borbón. Pero no es un viaje en el tiempo ni nada parecido, Germán sigue con los pies asentados en el siglo XXI cuando le toca investigar el asesinato de dos frailes agustinos, uno en el Monasterio del Escorial, y otro en la Biblioteca Británica.
Desde el momento en el que interrumpen sus vacaciones, el comisario y su inseparable Isabel, dedican todas sus energías a descubrir qué cerebro maquiavélico es el que ha perpetrado esas muertes, que no son las únicas que descubrirán a lo largo de la investigación.
Ayudado por sus fieles amigos consigue reducir poco a poco el círculo de sospechosos, descubriendo por el camino un secreto que puede hacer cambiar el curso de nuestro país.