Sinopsis de «El rey de los trenes»:
Frank es un tren muy especial, el más puntual del país de los trenes. Es tan famoso, que todos le llaman el Rey de los trenes, hasta que un día un pequeño accidente hará que llegue tarde por primera vez.
Solo fue un accidente sin importancia, pero la reacción de uno de mis hijos fue automática: «ha sido por mi culpa». Una frase con una profunda carga: culpa, querer hacerlo todo siempre bien y presión por no decepcionar a sus padres. Por eso decidí crear a Frank y a todos los habitantes del país de los trenes, para mostrarle algo tan obvio y simple que a veces se nos olvida: no te quiero por lo que haces, sino por lo que eres. Un niño maravilloso, por cierto.
Mi opinión:
El rey de los trenes es un cuento sencillo y precioso. Ya sabéis que me encantan los cuentos que no son por puro entretenimiento, sino que pretenden enseñarnos algo, y este caso es ejemplar, ya que lo propició una experiencia personal del autor con su hijo.
Para mí, la moraleja de esta historia es una de las lecciones más importantes que necesita aprender un niño. A las personas, aunque sean pequeñas, no se les quiere por lo que hacen, sino por lo que son. A nadie se le deja de querer porque cometa un error.
Además, me encanta que el autor explique que es un cuento que involucra a tres generaciones de su familia, puesto que él ha escrito la historia, su padre la ha ilustrado, y fue su hijo el que la inspiró.
Según la ficha técnica, está pensado para niños de tres a ocho años, pero yo pondría el límite en seis, ya que se me hace demasiado corto y simple para niños más mayores (aunque como siempre, dependerá de cada niño en concreto).
Lo que más me gusta: La simplicidad del mensaje, perfecto para que los niños lo entiendan. Y las ilustraciones que acompañan a la historia.
Lo que menos me gusta: Es más breve de lo que me gustaría. Para mí habría estado mejor con un par de páginas más.
Valoración: