Romperse en estrellas – Isabel Fernández Madrid

Sinopsis de Romperse en estrellas

Francia, 1923: La vida de Aurore Leblanc es sencilla. Sus días consisten en escuchar las historias de Dorian, bailar a escondidas, cuidar de su padre y hablar con una madre que nunca ha conocido. Todo eso cambia cuando conoce a una pintora que describe sus propios cuadros y que cuenta la historia de una chica que quiso volar, pero no pudo; que quiso bailar, pero no pudo. De una joven que vivió, aunque no de la manera que hubiese esperado.

Estados Unidos, 2018: Amber Young está en el último año de instituto y lo tiene todo: una familia que la quiere, unos amigos maravillosos y la oportunidad de hacer realidad sus sueños ganando la competición de baile por la que tanto ha luchado. Sin embargo, el baile de bienvenida se convierte en el suceso que marcará un antes y un después.

Es entonces cuando llega a sus manos un viejo libro que esconde la emotiva historia de una chica que solía bailar y en cuyas vivencias se verá reflejada de forma inesperada. Romperse en estrellas es ese libro que hará que las vidas de Aurore Leblanc y Amber Young queden unidas en una espiral de danza y resiliencia que perdurará en el tiempo.

Ficha técnica

Título: Romperse en estrellas
Autora: Isabel Fernández Madrid
Género: Contemporánea
Páginas: 432
Editorial: Ediciones Freya

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Mi opinión

Romperse en estrellas se ha convertido, sin duda, en una de mis mejores lecturas del año. Lo primero que me llamó la atención, a parte de su colorida portada, fue la sinopsis. Pero es que, una vez empiezas a leer, no puedes parar. La pluma de la autora es una maravilla, y tengo firmes intenciones de seguirle la pista, porque no quiero perderme sus próximas publicaciones.

¿Sabes esos libros con los que dices «tengo unos minutos, voy a leerme un capítulo» y cuando quieres darte cuenta llevas cien páginas y te has olvidado del mundo que te rodea? Pues Romperse en estrellas es uno de ellos.

El libro está dividido en dos partes. En la primera conoceremos la historia de Aurore Leblanc, una joven habitante de un pequeño pueblo francés en los años veinte. Su historia no es fácil, al igual que su vida, pero resulta adictiva de leer. Y la lees con tensión por lo que pasará, sufriendo con ella y disfrutando de los momentos bonitos, que también los tiene. 

El personaje de Aurore me ha encantado, igual que los de Dorian y Rachel, los secundarios de esta primera parte. Secundarios, sí, pero totalmente imprescindibles y entrañables. Y he disfrutado mucho de los pocos capítulos narrados con sus voces, porque eso me ha permitido conocerlos un poco mejor.

En la segunda parte de la historia conocemos a Amber Young, una chica estadounidense que en 2018 está en el último año de instituto. Lo que Amber tiene en común con Aurore es su amor por la danza, y cuando el destino se pone en su contra la historia de la joven francesa llegará a sus manos y la ayudará a entender por lo que está pasando. Con esta parte me ha sucedido lo mismo que con la primera. He disfrutado muchísimo tanto del personaje de Amber como de Wendy, Jem, Brook y Grace, los secundarios que también tienen algún capítulo con su propia voz. 

Hay dos cosas que me gustaría destacar de este libro. La primera es mi admiración por la capacidad de la autora para compaginar en una misma novela dos estilos narrativos tan diferentes (uno al estilo de 1920 y otro actual). La segunda, también relacionada con la capacidad de la autora, es cómo ha conseguido crear un paralelismo entre las historias de Aurore y Amber que, sin ser idénticas, coinciden en más cosas de las que podría parecer.

 

Lo que más me gusta: Creo que ya ha quedado claro que de esta historia me ha gustado todo, así que voy a aprovechar este punto para dejar constancia de lo PRECIOSA que es la edición de este libro.

Lo que menos me gusta: Para tener más de 400 páginas, se me ha hecho muy corto.

Este libro es para ti si… quieres leer una historia emotiva, dura por momentos, actual, histórica y que no te va a dejar indiferente.

Una frase de Romperse en estrellas

Me ha costado mucho elegir una sola frase para poner aquí, pero al final he optado por esta.

<<A veces nos ocurren desgracias que no podemos controlar. No tengo una respuesta ni un porqué, y desde luego no es algo justo. Pero hemos de aprender a vivir con ello. Todos tenemos una cruz, problemas que llevamos a los hombros y que nos hacen cada día más fuertes. A las personas buenas les pasan cosas malas, pero siempre hay que tener en cuenta que vendrán tiempos mejores. Que esto no lo es todo. Que el dolor se acaba, mi niña.>>

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