Sinopsis de «¿Y si sentimos?»:
Nos han enseñado a aparentar, aunque sea a golpe de maquillaje o sonrisas forzadas mostrando solamente una parte de nuestra vida, la parte «bonita» según dicen.
«¿Y si sentimos?» entremezcla todas nuestras partes en un compendio de cuestiones vitales, permitiéndote así parar y sentir(te), sin verte obligado a camuflar u «olvidar» nuestras propias vivencias, que son las que nos hacen SER, sin necesidad de aparentar.
No es prosa, tampoco poesía, ni un libro de autoayuda, es una bofetada en la cara que provocará que busques en tu interior. Son pensamientos, los míos, quizá también los tuyos, que a medida que leas y te adentres te hará sentir(te) vivo: golpes, gritos, besos, mierda, magia, abrazos, miedo…
Estas páginas no riman, o ¿a veces sí?; pero no busques en él frases bonitas pero vacías o «simples» risas, porque voy a tocarte en lo más profundo, sin dejarte indiferente, reflexionando, empatizando y viviendo cada sentimiento juntos.
Ahora sí, ¿sentimos?
Mi opinión:
Este libro no encaja en mis lecturas habituales, pero cuando la autora me ofreció enviarme una copia digital de ¿Y si sentimos? me pudo la curiosidad. Ahora, después de haberlo leído, si tuviera que definirlo de alguna manera, diría que es una recopilación de reflexiones, diferentes pensamientos que ha tenido la autora en momentos muy dispares recogidos bajo la misma portada.
Los textos que componen este volumen son breves, sencillos y, obviando algún despiste en la corrección, la mayoría están bien escritos. Además, reflejan pensamientos y situaciones que prácticamente todos hemos experimentado, lo que hace que el lector se sienta identificado y empatice con lo que está leyendo, aunque quizá no siempre coincida con el enfoque de la autora.
Sin embargo, hay algo que a mí me ha complicado la lectura, y es el desorden, algo de lo que os hablo en el punto «lo que menos me gusta».
Por último, no recomiendo este libro para leerlo del tirón, puesto que eso puede acabar convirtiendo la mente en un batiburrillo de ideas. Sin embargo, es perfecto para tenerlo a mano y leer una o dos reflexiones cada vez (¿quizá aprovecharlo para los viajes en metro o autobús?).
Lo que más me gusta: Cualquier persona que lea este compendio de sentimientos se va a sentir identificada con, como mínimo, uno de ellos, puesto que lo que aquí se refleja son reflexiones sobre la vida diaria.
Lo que menos me gusta: Que no haya un orden, de ningún tipo. Pienso que podría facilitar la lectura que las reflexiones estuvieran agrupadas por categorías, por ejemplo. Porque a mí personalmente me descuadra un poco encontrar un texto sobre cosas negativas, seguido de uno súper positivo.
Valoración:
